El Aplastacabezas

La forma y el nombre de este instrumento de tortura medieval no dejan lugar a la imaginación. El condenado apoyaba la barbilla en la base y la cabeza quedaba encajada en el casquete. Empleado para lograr confesiones,
la maquina denominada "aplasta cabezas" estaba compuesta por dos barras de hierro forjado, y en cada punta, tornillos con el principio de prensa o morza.
La barbilla de la victima se colocaba en la barra inferior, y el casquete era empujado hacia abajo por el tornillo, los efectos de este proceso son evidentes, el verdugo hacía girar el tornillo causando en primer lugar la rotura de dientes y mandíbula. Si el torturador seguía apretando, el tornillo podía llegar a destrozar el cráneo de la víctima, expulsando su cerebro por la cavidad ocular.
La presion variaba dependiendo de si solo se queria obtener la confesion, castigar, o matar.
Hoy en dia ya no se utiliza como pena capital, pero goza de gran estima como metodo de interrogatorios en buena parte del mundo.