Berserker: los hombres oso
Berserker: los hombres oso
Los nórdicos, específicamente: los vikingos, fueron conocidos desde la Edad Media por ser guerreros terribles que cometían ataques y saqueos en rápidas y encarnizadas incursiones sobre las tierras de Europa al sur de Escandinavia.
Estos hombres del norte, por medio de sus famosos drakkar, alcanzaron las costas de Germania, Francia, Inglaterra y España (en este último se enfrentaron tanto a cristianos como a musulmanes) así como abordaron el mar mediterráneo alcanzado Sicilia y el reino de Bizancio.
Aparecieron oficialmente entre a finales del siglo VIII siendo temidos por sus ataques a la cristiandad asolando reinos, saqueando monasterios, asaltando castillos, destruyendo pueblos y cometiendo crueldades sobre los pobladores.
“De la furia de los hombres del norte líbranos Señor” fue un lema que los monjes recitaban en los monasterios y que pronto pasó a ser parte de una plegaria en toda la cristiandad.
Si acaso fueron conocidos como hombres despiadados, mercenarios, conquistadores, también fueron hábiles comerciantes e intrépidos exploradores sin dejar a un lado su fama de sanguinarios.
Sin embargo, entre los pueblos escandinavos destacó un grupo especial de guerreros por sus grandes habilidades de combate, enorme fuerza y resistencia física, vestían de forma característica con pieles de animales con los que se identificaban y cuya cualidad principal era detentar una furia extrema e incontrolable en la batalla que desataba el miedo en sus enemigos y entre los mismos vikingos.
Estos guerreros eran una especie de cuerpos de élite o mercenarios que, en conjunto o en solitario, trabajaban al servicio de reyes, practicaban asaltos a fortalezas, combatían con oponentes y ejércitos enemigos en el campo de batalla y realizaban incursiones vikingas en general.

Todos sabemos que en la sociedad vikinga había un rey o jarl, guerreros, campesinos y esclavos. Cuando se daba la época de los saqueos e incursiones, normalmente en verano, los campesinos cambiaban azadas por espadas y se echaban al mar. No obstante, había un tipo de individuo en esta sociedad vikinga que no gozaba de esta versatilidad y a lo largo de su vida nacía y moría con el mismo rol… el Berserker (Berserkir en plural), un fiero guerrero, un verdadero hijo de Odín que por delante de la infantería se lanzaba semidesnudo, inmerso en un trance de muerte y sed de sangre hacia quien tuviera delante, ya fuera amigo o enemigo… de ahí que fueran siempre los primeros en filas. También se lee que era así por pura impaciencia. Tal era así que a veces se tiraban de los barcos antes de tiempo y morían ahogados, antes siquiera de entrar en batalla.
Estos fieros guerreros, ciegos de ira asesina, eran vitales en la batalla, pues no perdían tiempo en contemplaciones o en sentimentalismos, tan sólo mataban lo que se pusiera por delante. Tal era la importancia de su aportación en la batalla que eran compensados y elogiados como ninguno… hasta que acababa la temporada de las «exploraciones vikingas» y se debía volver a casa. En este momento, los vikingos relegaban a sus grandes guerreros a vivir como nómadas, perdidos en el bosque, lejos del lujo de sus botines y recluidos como animales salvajes hasta el inicio del siguiente verano.
Según la literatura nórdica medieval los berserker fueron aquellos guerreros que lucharon bajo un «trance furioso».
Hoy en día la palabra existe en inglés, berserker en singular (berserkers plural) y significa frenético, furioso, enloquecido o delirante
En nórdico antiguo, berserk, el plural berserkir, proviene etimológicamente del nórdico antiguo bjørn/berr (oso) y serkr (capa/sayo), lo que significaría, literalmente, camisa de oso, o algo similar, es decir, aquel que lleva una capa o camisa hecha de piel de oso.
Y aquí llega, otra vez, uno de los principales problemas. Esto no es lo que parece que dicen las Sagas, que nos hablan de guerreros desnudos. ¿Por qué? Una vez más (y no será la última, creedme) estamos ante un caso de una traducción errónea. En el siglo XIII, Snorri Sturluson (causa y a la vez solución de muchos de nuestros problemas) interpretó este término no como bear (oso) sino como bare (desnudo). Y aquí tenemos el mito otra vez. Snorri habló de guerreros que luchaban desnudos, tal vez vez con algún tipo de piel de oso.
No obstante, a día de hoy las interpretaciones que nos hablan de guerreros desnudos y drogados se han quedado dentro del mundo académico bastante relegadas, buscándose otras hipótesis más históricas y algo más realistas, aunque, como veremos, sin demasiado consenso.
Las investigaciones sostienen que los berserker extraían su poder de oso y esto se debía como ya hemos visto a algún tipo de culto a este animal; un culto que en algún momento se expandió por todo el hemisferio norte y que debió perdurar durante bastante tiempo. Como curiosidad, la guardia real danesa utiliza a día de hoy todavía gorros con piel de oso (morriones).

Los berserker en las Sagas y en la literatura nórdica
Más allá de las representaciones arqueológicas llegados al periodo vikingo la principal fuente sobre los berserker es la literatura nórdica: Sagas, poemas escáldicos, Eddas, etc., lo que, como ya sabés, no deja de ser un pequeño problema para determinar su veracidad histórica..
El relato más antiguo en el que este tipo de personaje aparece mencionado es en el poema escáldico de Þorbjörn Hornklofi dedicado al rey Haraldr Hárfagri o Harald I de Noruega, escrito probablemente en el siglo IX. Aquí se hace referencia a este rey como un úlfhéðnar, que veremos a continuación, no como un berserker, porque habla de hombres vestidos con pieles de lobo y no de oso, pero es igualmente reseñable ya que la diferencia entre ambos tipos de guerreros es complicada.
Ya más adelante, en su obra Gesta Hammaburgensis ecclesiae pontificum, el cronista alemán Adam de Bremen (1050-1081/85) los berserker eran guerreros que combatían «sin cota de malla, como lobos rabiosos, mordían el escudo y poseían la fuerza de un oso, masacraban a sus adversarios y ni el fuego ni el hierro hacían mella en ellos».
Por su parte, el historiador danés Saxo Gramático (1160-1208) indica que su obra Gesta Danorum (Historia de los daneses) que «dando feroces aullidos de su boca con gestos llenos de deformidad y corriendo precipitadamente de manera teatral, se animaban a la lucha con mutuas exhortaciones. Hay quienes cuentan que ladraban como perros furiosos al campeón que se les acercaba».
Los berserker aparecen de forma prominente en multitud de sagas y poemas nórdicos cuya elaboración se adscribe entre los siglos XII y XIV mayoritariamente, y las descripciones no se alejan de las anteriores. Las sagas más primitivas en muchas ocasiones presentan a los berserker como guerreros de élite, una especie de guardia personal, de los reyes y más altos nobles. Sin embargo, a medida que avanzaba el tiempo de escritura de las Sagas, los berserker comienzan a aparecer en estas ya no como guerreros de élite o campeones de reyes, sino como hombres voraces que saqueaban, expoliaban y mataban indiscriminadamente.

Así, los berserker pudieron mutar hacia el último periodo de la literatura nórdica hacia ogros de cuentos de hadas, pero hay razones para creer que en el periodo de las Migraciones eran o se consideraban, al menos en la literatura, una compañía privilegiada de guerreros que daban sus vidas por luchar, sustentados, apoyados y respaldados por la comunidad como seguidores de algún dios. Probablemente de Odín si tenemos en cuenta los atuendos y los símbolos (al menos de los lobos y de los osos). Los berserker bien podrían haber sido hombres de este tipo los que mantuvieron vivo el culto a Odín y ayudaron a preservar el rico abanico de tradiciones sobre héroes antiguos que ha llegado hasta nosotros.
Esta representación como figuras impopulares podemos verla en algunas de las historias de Saxo Gramático, conde aparecen reprochando a algunos reyes su cobardía, llevando a cabo crueles venganzas o desafiando a otros a la batalla.
Según las fuentes nórdicas los berserker en las batallas estaban sujetos a ataques de frenesí, aullaban como animales salvajes, echaban espumarajos por la boca o mordían los bordes metálicos de sus escudos. Según las creencias, y los escritos, en este estado de trance eran inmunes al dolor, al acero y al fuego, y casaban grandes estragos entre las filas de los enemigos.
El historiador, jurista, escaldo y escritor islandés destaca en su Saga de los Ynglingos, que estos personajes «iban sin cotas de malla y estaban rabiosos como perros o lobos, mordían sus propios escudos, eran fuertes como osos o toros; mataban a la gente, y ni el fuego o el hierro los afectaban; eso es llamado “furor berserk”. Snorri los describe, además, como hombres de Odín que luchaban sin armadura, enojados como lobos y perros, mordiendo sus escudos y fuertes como osos o bueyes salvajes. Tanto que podían matar a una persona de un solo golpe, pero jamás eran tocados por el fuego o el hierro.
En otra Saga de Snorri, la famosísima Saga de Egil Skallagrimson, el autor vuelve sobre sus palabras y realiza la siguiente descripción: «Y cuando se acercó al recinto del combate le surgió el “furor berserk”, empezó a aullar horriblemente y a morder el escudo».
Por su parte, la Saga de Svarfdӕla habla de un tipo de guerreros que luchaban cuerpo a cuerpo en combates singulares y que una vez morían se les cubría con sus pieles de oso antes de los rituales del funeral.
En la literatura nórdica también leemos que Sigmundo el Volsungo y su hijo Sinfjotli se adentraron en el bosque para escapar de sus enemigos vistiendo pieles de lobos, utilizando su lenguaje y comportándose como una manada, aullando cuando les atacaban. Se comprometieron a enfrentarse contra hasta siete hombres a la vez, pero no más.
En la Saga de Hrolf Kraki aparece el personaje de Bödvar Bjarki, de quien se dice que salió a luchar con la apariencia de un oso mientras, en realidad, estaba durmiendo en casa. Este tipo de historias de guerreros en trance luchando en evidente éxtasis aparecen en muchas historias guerreros que cambian de forma, vagamente recordadas y puestas por escrito mucho tiempo después de que los berserker hubiesen desaparecido de la escena.
Se ha puesto mucho énfasis en la naturaleza frenética o delirante de estos hombres, sin embargo, en realidad las fuentes describen o mencionan otra serie de características que han sido ignoradas u omitidas (intencionadamente o no, como siempre).
La idea de Snorri de que ni el fuego ni el hierro les hacían el menor daño ha sido reiterada hasta la saciedad, pero se menciona también que no eran inmunes a los palos/garrotes o a otros instrumentos contundentes similares.
Dentro de las Sagas, podemos distinguir cuatro tipos de berserker:
El berserker del rey
El berserker desafiante
El berserker ‘holmgangumadr’ o del duelo
El berserker vikingo
Berserker: prohibidos por ley
Se dice que reyes como Harald Hermosa Cabellera y otros utilizaron berserker como cuerpos de élite cercanos a ellos. Es posible que todo lo relacionado con los berserker fuese una especie de ritual de estos cuerpos o que utilizasen este nombre para infundir miedo o como algo disuasorio.

Algo de cierto en todo ello habría, aunque no sepamos distinguir al cien por cien la realidad el mito, ya que en el año 1015 el jarl Eiríkr Hákonarson de Noruega desterró o proscribió a los berserker. Según La saga de Grettir justo antes de su expedición a Inglaterra proscribió a los berserker y prohibió los duelos por ley.
También se hizo en el código de leyes islandés Grágás (uno de los manuscritos escandinavos más antiguos) donde se sentenciaba a los guerreros berserker al destierro. Hacia el siglo XII las bandas organizadas de berserker habían desaparecido.
La realidad de esto parece ser que, según describen algunas Sagas, los berserker que usaron y abusaron el holmgang, probablemente como método para dirimir rápidamente disputas. En parte debido a este motivo, los holmgangs fueron prohibidos por la legislación islandesa en el año 1006, sin embargo, en Noruega o Suecia parece ser que estuvieron vigentes hasta bien entrado el siglo XVII y se prohibieron legalmente en el año 1738.
¿Significa esto que los berserker como aparecen en las Sagas, casi con poderes mágicos, fueron reales? Más bien podría indicar probablemente fuesen guerreros que llevaban a cabo rituales y prácticas con fuertes raíces nórdicas y con fuerte connotación ancestral que, una vez llegado y aceptado el cristianismo en Escandinavia y en Islandia, ya no tuviesen cabida y hubiese que prohibirlos.
Úlfhéðnar: los hombres lobo
Pese a que dentro de la cultura nórdica el personaje más famoso es el de berserker y hombre oso, dentro del mundo de las transmutaciones animales el más habitual es el hombre o guerrero lobo. Aparecen en todas o casi todas las leyendas de los pueblos Indoeuropeos, turcos, mongoles y hasta culturas nativas americanas.

El término úlfhéðnar (en singular úlfheðinn), también asociado con los berserker, aparece no solo en iconografía desde tiempos antiguos, sino también en Sagas como la Saga Vatnsdæla , Haraldskvæði y Völsunga saga, donde se dice que vestían pieles de lobo cuando entraban en batalla. Los úlfhéðnar a veces han sido descritos como los guerreros de Odín.
Esto es porque, según la mitología nórdica, unos de los animales de este dios son los lobos. Tanto en la Edda poética como en la Edda prosaica (ambas fuentes del siglo XIII), aparecen dos lobos llamados Geri (voraz) y Freki (codicioso) al servicio o acompañantes de Odín. Algunas representaciones arqueológicas así parecen indicarlo también.

Los guerreros lobo germánicos dejaron su huella a través de escudos y estandartes capturados por los romanos y mostrados durante el armilustrio. Más cerca ya de la época vikinga son las placas de Torslunda, donde aparece una figura que se cree que es Odín, la veremos en el próximo artículo, acompañada de un hombre ataviado con piel de lobo portando una lanza.
Las teorías en torno a los berserker (y otros guerreros-animal)
¿Por qué parece que antes de la Era Vikinga había más animales totémicos o más guerreros-animal y para la Era Vikinga o, más bien, el momento de la literatura nórdica todo son berserker? Es probable que debido a que la única diferencia entre ellos es el animal que los representa, el animal totémico, con el paso del tiempo se acabasen identificando todos en un solo tipo de animal, el oso. Aunque queden resquicios de los demás.
Sobre si los berserker y similares existieron o no, o si lo hicieron tal y como pintan las Sagas, lamentablemente, como en tantos aspectos relacionados con el mundo nórdico, no hay una teoría que nos dé una explicación cerrada. De nuevo nos movemos entre hipótesis (bien argumentadas y sustentadas en fuentes e investigaciones, que son las únicas de las que nos debemos fiar siempre).
La historiadora y especialista en religiones del mundo nórdico Hilda Ellis Davidson (cuyas obras a mí personalmente me fascinan) encontró unas menciones en la obra del Emperador Constantino VII (905-959 d. C.) De cerimoniis aulae byzantinae (Libro de ceremonias de la corte bizantina) sobre unas ‘danzas góticas’ realizadas por miembros de la Guardia Varega del Emperador. Como muchos y muchas sabrán, La Guardia Varega fue una unidad de élite del Imperio bizantino que existió entre los siglos X y XIV cuyos integrantes eran una especie de guardia personal del emperador.
Aunque con el tiempo sus integrantes ostentaron orígenes diversos, en sus inicios fueron mayormente de origen nórdico: noruegos, suecos, daneses y algunos islandeses. En estas anotaciones de las que nos habla Ellis Davidson se indica que estos guerreros realizaban estas danzas vistiendo pieles de animales y máscaras, por lo que ella cree que existe cierta conexión entre estos guerreros y los rituales que pudiesen haber llevado a cabo los berserkers en Escandinavia.

El trance que experimentaban los berserker se conoce como berserkergang, traducido por algo así como ‘furor o frenesí berserk’ o ‘el movimiento del berserker’ y se ha descrito como hemos leído en muchos lugares, entre ellos Snorri Sturlurson.
Esta furia berserker consistía en acciones que de otro modo parecían imposibles para los hombres. El trance comenzaba con temblores en el cuerpo y rechinar de dientes, la cara se les hinchaba y cambiaba de color, se producían mareos, gran rabia, aullaban como animales salvajes, mordían los extremos de sus escudos y atacaban cualquier cosa que se interpusiera en su camino, amigo y enemigo sin distinción. Cuando el trance pasaba, se producía un embotamiento de la mente y un debilitamiento general que podía durar hasta varios días.
Cuando algunos hombres de una aldea vikinga salían de expedición de saqueo, aquellos que iban de berserker solían vestir prendas especiales, por ejemplo pieles de lobo o de oso, para indicar su condición y avisar así podía no distinguir amigos o enemigos cuando estaba frenético y así los aliados podían mantener las distancias.
¿Y cómo se llegaba a esta situación? Algunos estudiosos creen que este tipo de trance podía inducirse voluntariamente consumiendo drogas como los hongos alucinógenos conocidos como Amanita muscaria o cantidades ingentes de alcohol (cervezas a hidromiel mayormente en aquella época y en aquellas zonas). Sin embargo y aunque es lo que más hemos leído una y otra vez y lo que aparece en todas partes cuando hablamos de berserker, esto es algo muy debatido por la comunidad científica hoy en día. También se nombra el cornezuelo de centeno, que podía encontrarse en pan contaminado y entre las sustancias químicas que contiene está el ácido lisérgico, precursor del LSD.
En 1977 cerca de Fyrkat, en Dinamarca, se halló una tumba que contenía semillas de una planta conocida como Hyoscyamus niger o beleño negro. Un análisis de los síntomas que causaba su ingesta pusieron sobre la mesa que estos eran mucho más similares a los episodios descritos en la literatura nórdica sobre los berserkers que la amanita muscaria o la ingesta masiva de alcohol.

No obstante, no hay ningún tipo de consenso en ello. Aunque no es improbable que los guerreros se drogasen para auto inducirse trances. Este tipo de acciones las hemos visto asociadas a distintos ámbitos, como la lucha o la religión, desde la prehistoria. En el caso nórdico, las völvas o sacerdotisas también parece que usaron algunas técnicas similares para entrar en los trances que les permitían la adivinación. Estos trances tampoco son desconocidos en el mundo del chamanismo, tan extendido y común en el mundo lapón o sámi y de quienes los vikingos importaron probablemente no solo ideas, sino acciones, dioses y rituales.
Otras teorías, tampoco con consenso mayoritario, han sugerido la enfermedad mental, la histeria autoinducida, la epilepsia o algún tipo de enfermedad genética para explicar la existencia de este tipo de guerreros con este tipo de comportamientos. Todo ello probablemente iniciado o potenciado antes de la batalla con algún tipo de ritual o, incluso, con algún tipo de sustancia.
Dentro de estas teorías destaca la que sostiene que las manifestaciones físicas de los berserker junto con su ira eran una forma de histeria autoinducida. Iniciada antes del comienzo de la batalla a través de algún tipo de ritual, llamado effektnummer, incluía acciones como morder escudos o aullar como animales.
Otros autores como Jonathan Shay han desarrollado estudios en los que comparan la conexión que existe entre la furia explícita de los berserker en las fuentes y la hiperactivación del trastorno de estrés postraumático. Lo estudió dentro de su especialidad que eran los veteranos de la guerra, especialmente la de Vietnam, y concluía que si un soldado sobrevivía al estado de locura, en algunos se producía la muerte emocional y la vulnerabilidad hacia la ira explosiva dentro del plano psicológico y la hiperactivación permanente de su fisiología. Todos ellos marcadores habituales del estrés postraumático.

Redaccion e Investigacion: Matias Ivan Tello, Autor de la saga "El Nuevo Panteon",
Skalde de el Clan "Valhall Beard Brother Hood"
PH: Fabiana Pacheco & Signo Fotografia.
Modelos: Miembros de "Valhall Beard Brother Hood"
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